Te sientes mejor, dándole confianza.
No os lleváis muy bien, y a veces habéis peleado por un potencial cliente. Pero no son tiempos de rencillas personales, y os tenéis que ayudar. Ella te lo agradece con la mirada. No te vas muy lejos, por si puedes ayudar algo más.
Al final, parece que el caballero y Jane no han llegado a un acuerdo. Él le da un guantazo. No es mucho, comparado con lo que podría hacerte el Destripador.